domingo, 27 de noviembre de 2011

Charangas de Bejucal: unos festejos centenarios en Cuba

Las Charangas de Bejucal (poblado ubicado a unos veinte kilómetros de la capital cubana), junto a las Parrandas de Remedio, el San Juan Camagüeyano y los carnavales de Santiago de Cuba, son las fiestas populares más antiguas que aún se mantienen.
Pero en Bejucal tienen características propias y devienen también espectáculo cultural que llega a otros escenarios en el occidente y centro del país. Es una fiesta en la que se combina la música, la danza, el teatro y la artesanía; una festividad que asume el nombre de charanga por ser un baile, una fiesta familiar de una etnia determinada.
Según los historiadores surgieron aproximadamente entre 1830 y 1840 y tuvieron un carácter netamente religioso. Tras concluir la misa del Gallo el 24 de diciembre (día de Nochebuena, víspera del nacimiento del hijo de Dios), los esclavos disfrutaban de su día de asueto y bailaban al compás de los tambores alrededor de la iglesia loca y los amos disfrutaban del espectáculo de los negros que realizaban movimientos “diabólicos” suplicando a sus dioses.
Luego se daban a la adoración de sus orishas tocando sus tambores, cantándoles plegarias y danzándoles por las principales calles de Bejucal. Los rituales de cada etnia tenían sus peculiaridades: los congos, los carabalíes, los mandingas y los lucumíes.
En ese contexto surgieron dos bandos: el azul y el rojo. El azul se denominaba La Musicanga y el rojo: Los Malayos. La Musicanga representaba a los criollos, nativos, negros libertos y esclavos, y el rojo o Malayos simbolizaba a españoles e isleños. El Alacrán encarnaba al bando azul y el Gallo al bando rojo
Cuenta la periodista Odal Palma que “españoles y criollos residentes en Bejucal los veían y dejaban hacer, y a modo de burla bautizaron a aquel grupo de negros y mulatos libres con el nombre de la musicanga, es decir, música ratonera y de mala muerte.  Mientras ellos mismos, criollos y españoles, se unieron en un grupo al que dieron el nombre de los malayos, que significa gallo rojo, gallo fino.
“Junto con su nombre la musicanga, los negros adoptaron el color azul y como animal representativo el alacrán. Por su lado, los malayos se abrazaron al color rojo y tomaron al gallo como ave preferida”.
Pero las Charangas crecieron a la par de las transformaciones sociales ocurridas en la Mayor de las Antillas a partir del Primero de enero de 1959 y se convirtieron en grandes fiestas de amplia participación popular, que implican enfrentamientos emulativos entre dos bandos. De fiesta marginal se convirtió en la principal fiesta de arraigo cultural de la Ciudad de Bejucal.
Para la edición de 2009 las Charangas los dos bandos dan los toques finales a las carrozas que desfilaran. Asimismo se pone empeño en las piezas representativas de los tradicionales bandos. Por esa rivalidad entre grupos las carrozas se diseñan en el más absoluto secreto. Precisamente a principios de diciembre será la ceremonia de abanderamiento de ambas agrupaciones que dedican parte considerable del año a preparar estas fiestas.
Con acto se inician los festejos en esa ciudad de la provincia de La Habana, y culminaran a fines del propio mes en su escenario original de la plaza Coronel Juan Delgado.
El Palacio de los marqueses de San Felipe y Santiago de Bejucal, la Plaza de Armas y la Iglesia Parroquial son los sitios por donde desfila todo el ingenio de los dos bandos en una de las importantes muestras de la cultura centenaria de la isla de Cuba.

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