Son diversas las opiniones relacionadas con el uso de la tracción
animal en la agricultura, unos se encuentran a favor y otros en desacuerdo
en su empleo, lo cierto es que en las condiciones actuales del país, esta
continúa siendo una favorable alternativa para la preparación de tierra.
Incluso es útil la tracción animal igualmente en países desarrollados, pues
tanto en esas naciones favorecidas, como en Cuba, esta constituye una de las
fuentes energéticas fundamentales al suprimir la utilización de combustibles. Según
fuentes consultadas, alrededor del 14% del producto social global del país
corresponde a la agricultura, pues nuestra economía depende de ese sector
en gran medida.
De ahí que la práctica de la tracción animal llegada al
archipiélago en el siglo DIECISEIS, a propósito del asentamiento de los
colonizadores, ha tenido momentos de mayor y menor utilización con el arribo de
las nuevas tecnologías que constituyeron las maquinarias. Sin dudas la
obtención de variados implementos agrícolas ideados por investigadores y productores,
se utilizan en diversas funciones, como es el caso de la siembra,
atenciones culturales a los cultivos y hasta la cosecha.
La tracción
animal, resulta beneficiosa cuando evita incluso la compactación del
suelo. Es una práctica devenida desde nuestros antepasados que por
tradición histórica y las nobles ventajas que reporta, como la
descontaminación del medio ambiente, por todo ello vale la pena utilizarla.
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