EL RESPETO: UNA BUENA GARANTIA

Sin embargo, cuántos hemos reflexionado sobre lo que merecen aquellos que cumplen a diario la humana y sagrada misión de ayudarnos a preservar la salud.
Una labor que precisa de buen ánimo y disposición, condiciones que tratan de mantener siempre esos profesionales, pero que también se cultivan a diario desde la reciprocidad, con el saludo de los pacientes, la consulta respetuosa, la exigencia justa y la buena forma.
Porque como sostienen nuestros médicos, no son regalos de gratitud o pago de un servicio lo que esperan recibir, más que eso agradecen que les profesemos consideración y respeto, máximas garantías de esa buena asistencia médica que queremos y que ellos están en la mejor disposición de ofrecer.
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