lunes, 5 de mayo de 2014

¡CUIDADO! TRAMPA INVISIBLE


Bejucal, Mayabeque, Cuba - Embriagarse de amor, emborracharse de sueños es propio de adolescentes o de eternos poetas. La vida es siempre una oportunidad. De nosotros dependen los proyectos que decidimos emprender, los estilos de vida que escogemos.
Para muchos cubanos y cubanas no hay nada mejor que reunirse con los amigos, tomarse unos tragos y conversar sobre temas comunes, mientras suena la buena música.
El escenario y los participantes pueden variar, lo que casi nunca cambia es la presencia de bebidas alcohólicas. Y así se comienza como bebedor social, se continúa como tomador de riesgo y, luego, son alarmantes las cifras de quienes pasan a ser alcohólicos.
¿Cuántos asumen su responsabilidad en el asunto? Muchos contestan diciendo que no hay otra cosa que hacer. La mayoría se deja llevar por las tentaciones etílicas y poco a poco quedan envueltos en una trampa invisible, de la que no pueden salir solos.

Darse cuenta, comprender que el alcoholismo es una enfermedad, es el primer gran paso de avance. Es difícil que alguien no nos alerte: la madre, la hija, el compañero de trabajo, nuestra pareja o el médico de la familia.
Este último, en su sabia misión de dispensarizar a los integrantes de cada hogar, conoce el funcionamiento biopsicosocial de todos los individuos del segmento poblacional que atiende. Su labor incansable de promotor de salud le permite interactuar con la comunidad, captar anomalías. Recomendar estilos de vida, orientar tratamientos o remitir a consultas especializadas.
El caso de los bebedores de riesgo es muy difícil. Y es que los humanos cuando algo pone a prueba nuestra moral, lo disfrazamos. En realidad el mejor remedio es evitar o enfrentar las cuestiones que nos dañan, para eliminarlas con demasiada voluntad.
No basta todo el trabajo de excelentes Médicos Generales Integrales de Bejucal o de especialistas en salud mental.
Se requiere de la colaboración de todos los factores de la comunidad para entender que existen mejores caminos y decir no al alcoholismo. Todo recorrido fácil lleva a un gran precipicio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario