EL BLOQUEO MAS LARGO EN LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD
Bejucal, Mayabeque, Cuba - Nacer y vivir en
una isla bloqueada es el día a día de quienes respiramos en Cuba. Y digo
respiramos porque el bloqueo trata de asfixiar a este pueblo, que no deja de
intentar salir adelante.
Buscar en la
historia universal hechos similares es labor de investigadores, que aseguran no
hallar similitudes con el caso cubano.
Para los que
estamos próximos a cumplir 50 años de edad, no hay otra esperanza que vivir
igual cantidad de tiempo. Asolo así podremos disfrutar la posibilidad de que
nuestros hijos y nietos tengan una realidad diferente y el bloqueo yanqui sea
historia de libros de texto.
El tema, por
reiterado no deja de ser el centro de nuestro acontecer. Los que tienen unos
años de más saben de lo diferente que era la vida en Cuba antes del bloqueo.
El amo del Norte
tenía en este archipiélago un laboratorio exquisito para probar muchos de sus
mejores inventos. De algunos pudo beneficiarse la clase más pudiente de la
época. La mayoría de esos ensayos posibilitó a demasiados criollos soñar con
algo inaccesible para sus bolsillos rotos y sus estómagos hambrientos.
No tenernos más al
alcance de la mano ha sido penalizado duramente con el precio del bloqueo. Es
difícil de entender para quienes no viven aquí. Cuando se acercan y tratan de
aplatanarse, reconocen la crueldad de ese amo que dejó de ser, pero no renuncia
a la reconquista.
Los que nacimos y
crecimos en este supuesto aislamiento, nos fortalecimos para aprender más de
las capacidades individuales y convertirlas en arma colectiva al servicio de la
Patria y la revolución socialista.
En mi andar de hombre,
hijo y trabajador, dialogo con mis semejantes y siento que este pueblo nunca ha
sido ni será digno de lástima. La admiración es lo primero que les causamos a las
personas inteligentes de cualquier rincón del mundo.
Escuchar a los
niños expresar qué es una escuela y orgullosos hablan de sus maestros, ver a
las familias correr con sus enfermos a cualquier institución de salud en busca
de ayuda o saber en la espera por el transporte que cada cual confía en que
este llegará, patentiza la nación única que somos.
Es difícil
comprender qué es la esperanza. Pero cuando hay confianza en los líderes que
conducen un país y en sus sabias decisiones, se trabaja, se intenta, se señala
lo mal hecho para enmendar la obra de todos y se elige a los mejores
representantes del pueblo en cada votación popular.
Habría que recordar
al pescador Santiago, regresando a casa solo con el esqueleto de su enorme
aguja, en el final glorioso de El viejo y el mar. Los cubanos, como el
sabio marino, le decimos al bloqueo yanqui que puede agotarnos, pero jamás
vencernos.
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